miércoles, 28 de mayo de 2008



Jugaba todo el tiempo a mirarlos fijamente y ver como reaccionaban, sus patitas se movían y hacían piruetas graciosas. Desde chica que me gustan los gatos, me acuerdo la primera vez que me regalaron uno, mi primera mascota y mi primer amigo, era gris y chiquito. Y tenia un collar raro en el cuello, era bastante grueso y de color azul.
Una vez estaba en el techo de mi antigua casa, mas de grande por supùesto, mi mama se hubiera muerto de miedo si veia a su hija de 4 años subir al techo. Estaba ordenando un pooco ya que en esa epoca hacía todas mis actividades ahí, me gustaba tanto ese techo, la idea de la independencia habia aparecido bastante temprano. Mientras ordenaba un poco las cosas encontre una pequeña tarjetita decorada con hilos de colores, la abri y...


fragmento de mi nuevo cuento ( sin corregir )

2 comentarios:

Anónimo dijo...

una delicada manera de volver lenguaje la propia existencia. una manera hermosa de habitar los espacios del alma y volcarlos al encuentro furtivo de lo que se es en medio del tinte y el reflejo en la taza que no deja ver más allá de una mirada encantadora y enamorada del sentido emotivo de la vida.

Anónimo dijo...

una delicada manera de volver lenguaje la propia existencia. una manera hermosa de habitar los espacios del alma y volcarlos al encuentro furtivo de lo que se es en medio del tinte y el reflejo en la taza que no deja ver más allá de una mirada encantadora y enamorada del sentido emotivo de la vida.