espiar esperar
Espiando a ver si llegabas, despegué del piso (fuí corriendo) pensando que estabas al teléfono. Era una encuesta telefónica que me quería atormentar con sus preguntas de la civilización. Corte el teléfono y regresé.
Espiaba entre las macetas rojas de tierra, era la mejor protección.
De repente sentí un golpe, las pupilas dilataron,
pero luego regresé a mí. No tenías ni coche ni bici,
tenías pies para venir.
Espiando vi a mucha gente, sola y en grupo. Se
reían y se abrazaban tal como yo te quería abrazar.
El sol estaba quemando, decidí esconderme aún más.
Quede acostada completamente, sintiendo
calor y frío. Las pupilas volvieron a dilatarse,
volvieron a cerrarse.
Soñé entonces con las plantas, soñé que estaba entre
ellas y vos estabas en la copa más alta, yo abajo espe-
rándote, escondida.
-y escondiéndome me quede esperando. esperándote.-
Al siguiente día amaneció, mi cuello era inmóvil y las
piernas también. Para desayunar, un té era la mejor opción.
amanecí y, un día mas, fuiste mi mejor opción.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
lunes, 17 de diciembre de 2007
El 17.12.07 fue publicado por aves fuera de casa
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario